Gestamp sitúa a su fábrica Abadiño en la vanguardia de la digitalización 5G

El grupo vasco de componentes de automoción se alía con Euskaltel para «dar un nuevo impulso» a su fábrica inteligente

El modelo tradicional de industria, basado en la fabricación y almacenamiento a gran escala de un producto para su posterior venta hace tiempo que quedó arrinconado. La actual revolución tecnológica ha convertido las fábricas en lugares más parecidos a laboratorios donde se crean productos, pero también una ingente cantidad de datos e información claves para ganar en eficiencia y en flexibilidad. Es la Industria 4.0 que ahora da un nuevo paso evolutivo de la mano del 5G, la última generación de la tecnología móvil.

La unión de ambos conceptos aún está en fase embrionaria. Pero en Euskadi ya hay un proyecto piloto, en el que participan Gestamp y Euskaltel, que consiste en conectar con la tecnología 5G la principal fábrica que la multinacional vasca de componentes de automoción tiene en el País Vasco, en la localidad vizcaína de Abadiño, que además se da la circunstancia de que es su sede social. Por lo tanto, digitaliza con la última tecnología una de las joyas de la corona. El objetivo es monitorizar y controlar todos los procesos productivos para poder predecir y evaluar con anticipación los riesgos eventuales de la toma de decisiones industriales.

Este proyecto piloto que se enmarca dentro del programa ‘5G Euskadi’ –un consorcio en el que participan 13 empresas, centros tecnológicos, universidades y administraciones, con respaldo de los fondos comunitarios FEDER- que pretende incentivar la innovación y la transformación industrial vasca.

El responsable de Industria 4.0 y Fábrica Virtual de Gestamp, Sergio García, explica que este proyecto 5G en la planta de Abadiño se desarrollará durante aproximadamente dos años. Su objetivo no persigue tanto aumentar el rendimiento de la fábrica o el ahorro de costes, sino principalmente propiciar «la flexibilidad y la adaptabilidad a los cambios que suceden a nuestro alrededor».

Para ello es imprescindible manejar con eficiencia los datos que se generan en el proceso de fabricación. García destaca que esto permite reaccionar «más rápido y con una mayor eficiencia» a hipotéticas variaciones de demanda por parte de los clientes, o a cualquier problema que pueda surgir en la fábrica. «Llegará un momento en el que nos exijan fabricar con un grado de flexibilidad y unos requerimientos logísticos tales que, o tenemos todo muy bien controlado, o no seremos capaces de dar servicio a nuestros clientes», explica.

Datos y conectividad

Las fábricas inteligentes, como lo que se pretende profundizar en la de Abadiño, están equipadas con una amplia red de sensores que permiten recoger una cantidad ingente de datos y conectar de todos sus elementos. Es lo que se denomina la IoT (Internet of Things).

Todos esos datos sirven para alimentar los ‘gemelos digitales’, una especie de megasimuladores que representan de manera virtual los procesos productivos de la vida real. Esta tecnología permite, por ejemplo, obtener información sobre el rendimiento del proceso de fabricación, o adelantarse a posibles errores. Los gemelos digitales pueden ser tan pequeños o grandes como se quieran. El de la fábrica de Gestamp en Abadiño es enorme y requiera una gran fluidez en la gestión de toda esa marea de datos.

Ahí entra en juego la tecnología 5G: reduce de forma significativa la ‘latencia’, el tiempo que tarda un paquete de datos en ser transmitido por la red. La conectividad de toda la fábrica necesita un gigantesco servidor, que en vez de estar en la ‘nube’ se sitúa en la misma planta productiva, acompañado de un sistema de alta computación MEC (Multiaccess Edge Computing) también proporcionado por Euskaltel con la colaboración de la Universidad del País Vasco, a través de la Escuela de Ingeniería de Bilbao, encargada de diseñar la arquitectura necesaria para el despliegue del 5G dentro de la fábrica.

La «dificultad» para encontrar cierto perfil de trabajadores

La Industria 4.0 está cambiando no sólo los métodos de producción, sino también el perfil de los trabajadores que las empresas necesitan. Y, algo que comienza a ser una queja generalizada en el sector, «cuesta encontrarlos». Sergio García, responsable de Industria 4.0 y Fábrica Virtual de Gestamp, cree que para generar una fuerza laboral capaz de adaptarse a esos cambios, «tenemos que conocer cuanto antes las nuevas tecnologías y entender cómo vamos a vivir esas fábricas del futuro».

Una revolución tecnológica que muchas veces se asocia a robots que acaban haciendo las tareas que hasta ese momento realizaban los humanos. García quiere dejar claro que la apuesta de Gestamp por la Industria 4.0 y la tecnología 5G «no contempla la pérdida de puestos de trabajo». Porque, añade, en la reducción de empleos «no es donde está el negocio. La ganancia de competitividad reside sobre todo en ser los mejores a la hora de dar a los clientes lo que piden».

Y lo que exigen, cada vez con más frecuencia, son «piezas que tengan un valor añadido». Con una «identidad digital» que conlleva una multitud de datos asociados al producto. Así, los clientes «pueden integrar la pieza en sus propios procesos de una manera más eficiente. Cada vez hay más valor en lo que fabricamos. No sólo es una pieza ‘cruda’. Además, al automatizar procesos generamos más eficiencia y flexibilidad».

 

Fuente: El Correo

Por |2020-12-14T18:33:14+02:0014 de diciembre de 2020|Noticias|0 Comentarios

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